Con mucho dolor en nuestros corazones y en la distancia obligada que nos encontramos, hemos despedido en mente y espíritu a nuestro compañero Gustavo.
Nos inclinamos hoy ante ti, Gustavo, recordando las palabras de la mística española, Santa Teresa de Ávila: “Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte”.
Contigo así será.